Gracias a esta política de conservación, nuestro país mantiene el último remanente continuo de Bosque Atlántico, ya que se ha talado el 94% y solo queda el 6%. En el mundo de hoy, esto tiene un enorme valor. Sobre todo, al encontrarse en una de las tres provincias más pequeñas en cuanto a extensión territorial (29.801 km²).
Somos acreedores ambientales y mitigadores profesionales
Brindamos servicios ecosistémicos claves al planeta, que exceden ampliamente lo conocido como bono verde o captura y almacenamiento de carbono. Ofrecemos servicios de abastecimiento (alimentos, agua dulce, materia prima y recursos medicinales), servicios culturales (actividades de ocio, turismo, experiencia espiritual, apreciación estética), servicios de regulación (calidad del aire, desastres naturales, erosión y fertilidad del suelo, tratamiento de aguas residuales, polinización y control biológico), y servicios de hábitat para diversas especies, permitiendo así la diversidad genética.
La revista FORBES da cuenta de la importancia de invertir en conservación, citando a nuestro Bosque Atlántico como uno de los «HotSpot» a conservar y proteger. En ese mismo artículo, replicado en otros medios, se menciona que el 1 de enero de 2021, según la ONU, oficialmente comenzó el decenio de la preservación de los bosques y la conservación de los ecosistemas. Es decir, desde el World Economic Forum hasta la ONU hablan de lo mismo.