El Bosque Atlántico argentino, localizado en la Provincia de Misiones, secuestra 4.8 millones de toneladas de carbono anualmente a partir de nuestros bosques nativos con un precio de mercado estimado en US$14.4 millones o AR$1.152 millones anuales tomando como referencia el mercado voluntario de los créditos de carbono.
Y este como un solo dato, ya que brindamos servicios ecosistémicos (suministro, regulación y hábitat) por los que no recibimos compensación alguna y nos cuesta el presupuesto del Ministerio de Ecología y del Instituto Misionero de Biodiversidad, ambos dedicados al cuidado, protección e investigación del último remanente de selva, Bosque Atlántico, que queda en el planeta.
En Misiones, Argentina, conservamos 1,6 millones de hectáreas de ese Bosque Atlántico, que representa el 55% del territorio provincial.
Dicho esfuerzo de conservación implica para la provincia la resignación, por solo dar un ejemplo, de una renta agrícola anual de $43.097 millones que podría generar con el monocultivo de la soja, destinado a tal fin.
Solamente la fracción “verde” de acuerdo al Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos según Ley Nacional 26331 (vgr. el 27% de la superficie total).